Doce años de prisión por violar a una chica en Granada tras colarse en su taxi
El acusado, un vecino de La Zubia de 23 años, ejerció una violencia contra la joven de «especial gravedad», pues la mordió, abofeteó y arrastró por el suelo
A. W. M. robó a S. M. su Iphone, una corona dental, una estampita metálica, ocho euros, su pasaporte… y, lo más importante, su tranquilidad para mucho tiempo, pues la agredió sexualmente empleando una violencia reiterada e innecesaria. El tipo, un vecino de La Zubia de 23 años, cometió tan deleznable acto al llegar al domicilio de la joven tras colarse en el taxi que había cogido cerca del río, en la zona Centro de Granada. Fue el 17 de septiembre de 2019, al filo de las seis de la mañana. La Audiencia Provincial de Granada ha impuesto al individuo a 12 años y un día de prisión, la pena que este aceptó el día del juicio.
IDEAL ha tenido acceso a la sentencia de este terrible caso, dictada el 24 de junio. El relato de hechos probados detalla la violencia «de especial gravedad» que el acusado empleó para someter a su víctima, que tuvo que soportar mordiscos en la espalda y la cabeza, tirones de pelo, bofetadas y un puñetazo.
S. M. fue incluso arrastrada por el suelo y sufrió un desgarro genital de tal entidad que precisó de una intervención quirúrgica. Vivió un episodio que difícilmente podrá desterrar de su memoria. Tardó unos cuatro meses en recuperarse de aquella brutal agresión. El tipo tenía antecedentes penales y se encuentra en prisión provisional desde el día siguiente de la violación.
Aquella noche, A. W. M., se hallaba en un pub de la Ribera del Genil de la capital y se introdujo «de forma sorpresiva» en el taxi que previamente había llamado la joven para marcharse a su domicilio.
«Ánimo libidinoso»
Cuando el vehículo llegó a su destino, el acusado, «con ánimo libidinoso» y «de forma violenta», obligó a la chica a entrar en su edificio «dándole un empujón». Ya en el interior, la cogió del pelo para subir de planta y le arrebató las llaves para ir probando en las cerraduras de las habitaciones «mientras la agredía golpeándola, cogiéndola del cuello, tirándola al suelo…».
Como no dio con la habitación de la joven, la volvió a coger del suelo y la llevó a la planta de abajo. «Allí la tiró al suelo» y, tras un primer intento frustrado, siguió pegándole y mordiéndole. Finalmente, abandonó el lugar tras haberle practicado otros abusos.
El tribunal provincial castiga a A. W. M., con la conformidad de todas las partes, como autor de un delito de agresión sexual. Aparte, lo considera también responsable de un delito de lesiones y de otro leve de hurto. Por las lesiones le impone una multa de 1.800 euros, y por el hurto otra de 450 euros.
En cuanto a la responsabilidad civil, el agresor habrá de indemnizar con 20.606 euros a S. M., a la que no podrá acercarse durante dos décadas. Asimismo el fallo establece una medida de libertad vigilada durante diez años para el individuo.
«Respecto al delito de agresión sexual, consta que el procesado realizó actos que atentaron contra la libertad sexual de la denunciante utilizando una gran violencia puesto que la golpeó reiteradamente para conseguir su propósito de penetrarla», subraya la sentencia, que aplica el artículo 179 del Código Penal. Este señala que «cuando la agresión sexual consista en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías, el responsable será castigado como reo de violación con la pena de prisión de seis a 12 años».
La víctima ha ejercido la acusación particular y ha estado representada por la abogada especializada en esta materia Yolanda Solana, letrada además de la Asociación de Mujeres Víctimas de Andalucía (AMUVI).